La insoportable virtualidad del ser
“Cuanto más pesada sea la carga,
más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será”
“La carga más pesada es por lo tanto, a la vez,
la imagen de la más intensa plenitud de la vida”.
Milan Kundera
La insoportable levedad del ser
Durante la presente contingencia mundial de salud, la virtualidad ha sido la heroína de la pandemia, porque gracias al internet y a las redes sociales, el aislamiento, la educación y el trabajo se ha podido salvar, o por lo menos esa es la creencia generalizada, pero:
¿Realmente nos aislamos?
¿Realmente están recibiendo educación?
¿Realmente se produce virtualmente?
Aunque el internet oficialmente nace en 1966, no es hasta principios de los 90tas que se comienza a usar como ahora lo conocemos. Fue hasta 2004 que comenzó Facebook, YouTube en 2005, Twitter en 2006, WhatsApp en 2009 e Instagram en 2010. Se dice que 1 de cada 5 personas usan redes sociales en el mundo. Estadísticas de Twitter dicen que en México hay 35.3 millones de cuentas activas que se usan por lo menos una vez al mes, y que el 85% de estas personas siguen a alguna marca comercial y de ellos el 39% compró algún producto de esa marca. Pero con mucho, WhatsApp es la red social más usada en México con 80 millones de usuarios.
México cuenta con 128 millones de personas, de las cuales según datos oficiales el 75% no tiene acceso a Internet, es decir que más de 96 millones de mexicanos (los más pobres) están desconectados de la red. Ninguno de estos mexicanos podría tener la opción de que su trabajo sea en la seguridad de la virtualidad.
Lo primero que podemos observar es que el principal problema de la virtualidad es que no produce nada, y no me mal entiendan, no es que el trabajo de un comunicador no tenga valor, o el de un abogado, o el de un monero, o el de un legislador, el problema es que todos esos trabajos que pueden ser virtuales, se sustentan en los trabajos reales o no virtuales, -para que no se comience a ofender todavía-, porque la única riqueza real es la que da el trabajo físico con la naturaleza, los campesinos, los mineros, los obreros de petróleo, pescadores y ahora también los que producen energía del aire, el sol, el mar y muchos otros no virtuales cuyo trabajo es obtener un producto directo de la naturaleza. Todas las demás actividades económicas están supeditadas a estos productos, es gracias a estas actividades no virtuales que todas las actividades virtuales pueden existir; imagine por un momento que sería de su vida, su actividad y su ingreso sin los campesinos que producen los alimentos con los que se preparan sus comidas ya sean chatarras o sanas, transgénicas u orgánicas, nada de lo que posee sería posible sin el trabajo original de los no virtuales, ni siquiera el dispositivo electrónico en donde lee ahora este artículo.
¿Qué es la virtualidad?
La palabra «virtual» viene del latín «virtus» y alude a la fuerza o voluntad para realizar un trabajo que no se realiza. En Física existe un teorema llamado de las “fuerzas virtuales”, este logra resolver un problema dinámico, simplificando su resolución como si se tratara de un sistema estático. Así que se usan las fuerzas virtuales para inmovilizarlo. Virtual es algo que no es real.
Esta irrealidad de la existencia humana, se ha incrementado a pasos agigantados durante los últimos 10 años, y ha dado saltos exponenciales durante los últimos 6 meses, a raíz de la pandemia. En la actualidad se ha credo la falsa creencia de que todo se puede hacer a través de la virtualidad y podemos ver personas comprando virtualmente todo lo que necesitan, aprendiendo virtualmente, entrevistas virtuales de todo tipo, legisladores decidiendo el futuro de los países virtualmente y gobiernos (muchos) que ya no usan ningún tipo de comunicación o comunicados internos en papel, ahora las instrucciones y las declaraciones oficiales (ilegalmente) se hacen virtualmente; Si hiciéramos una auditoria a las instrucciones dadas por el Presidente de México a su gabinete a través de sus conferencias mañaneras (que presume son vistas por 5 millones, es decir menos de 4% de los mexicanos), intentando encontrar los documentos físicos que las avalen estas instrucciones, no encontraríamos nada, al igual que los documentos legales que avalan lo dicho en Twitter por el Presidente Trump. Ahora se gobierna a través de las redes sociales, y es muy común ver comunicados “oficiales”, renuncias, declaraciones y denuncias que al llegar al espacio virtual crean la sensación de haber cumplido. Son millones de protestas de individuos contra sus gobiernos que de no existir las redes sociales, tendrían que verse en las calles, pero el internet es el gran manifestódromo, es el vociferador por excelencia, en donde todos sacan sus enojos, indignaciones y frustraciones, que al tener un espacio para desahogarse elimina la necesidad de mostrar la indignación en la calle. Por lo que las redes sociales también se han convertido en el mecanismo de control del pueblo por excelencia.
Las tendencias en Twitter son un dolor de cabeza para quien no lo entiende: Se confunde tendencia con popularidad, se piensa que lo que se dice ahí es lo que esta hablando todo el mundo, y no es así; Las tendencias o Trending Topics sólo miden numéricamente las palabras, términos o frases breves que de pronto aumentan en frecuencia en una comunidad; esto depende de la cantidad de usuarios de un país que están conectados a un mismo tiempo, generando contenido nuevos, es decir, son cosas que por momentos son populares porque no se hablaba de ellas antes en un grupo particular, lo único que significa es que son minorías naturales u organizadas hablando de un mismo tema, es como tener en un salón a 100 personas y 3 de ellas hablan de lo mismo, eso sería la tendencia, pero no significa que todos hablan de lo mismo, ni que sea el tema de moda, ni que se imponga ese tema, sólo son pequeñas minorías organizadas. En México por ejemplo, basta que 500 personas hablen de ello para hacer tendencia y la variación va a depender de la hora, en Bolivia se necesitan 50 cuentas y en España 200.
Mientras el algoritmo de Twitter se encarga de mostrarte las publicaciones que confrontan tus ideas, porque es lo que genera polémica y más uso de la red, que para ellos reditúa más ganancias, los políticos: funcionarios, partidarios y medios, creen erróneamente que controlando las tendencias de twitter se controla la opinión pública, por eso es que disponen de recursos materiales y humanos para tener tendencias favorables a ellos o desfavorables para sus opositores, estas tendencias virtuales cuando se revisan son conversaciones vacías, no agregan ningún valor a su comunidad, ni hacen que se enriquezca la información con respecto a un tema, sólo es basura. Están tan preocupados por la opinión de los usuarios de las redes sociales en todos los sentidos que un twitter pude hacer que un problema de atención de una empresa o alguna dependencia gubernamental se solucione, que un funcionario, o empleado de cualquier empresa pierda su empleo o que un político se sienta respaldado. ¿Y la realidad?
La realidad es que en esta twittercracia que virtualmente existe, los gobernantes y sus opositores, solo se deben de preocupar de controlar unos cientos de cuentas, para controlar a la opinión pública, con la salvedad de que la realidad sigue ahí, por más que la niegue o reconstruyan virtualmente. Esta realidad les explotará en la cara aunque no quieran; se sigue explotando indiscriminadamente a la Tierra por unos pesos, sigue aumentando la contaminación y el calentamiento global, en México hay muchos más pobres y desempleo que hace 6 meses, hay más muertos producto del crimen organizado que hace 2 años. Somos el tercer lugar en muertes por Covid en el mundo y hay más muertos en México por Covid, en que en 7 países con mayor población que el nuestro.
Educación, empresas y amor
El apartado más patético de esta virtualidad es la creencia de que se está educando a las niñas y niños a distancia, si antes del Covid (a.c.) la educación inicial en México era una gran mentira, con o sin reforma, con docentes no habilitados ni en aptitud, ni en actitud ni en conocimiento, ni siquiera para el grado que pretenden enseñar, hoy con la virtualidad los muy pocos alumnos que tienen acceso a internet (25%) deben utilizar sus propias habilidades para lograr conocimiento y la gran mayoría han usado el WhatsApp para recibir instrucciones (no educación) de sus docentes que deberán contar con la pobre supervisión de los padres para ser cumplidas. No quiero dejar este párrafo sin mencionar la extraordinaria labor de una muy pequeña minoría de verdaderos maestros, que haciendo sobreesfuerzos personales de tiempo, habilidades y recursos han buscado soluciones inteligentes, -todas ellas fuera de programa-, para ayudar a sus alumnos y alumnas a aprender bajo estas circunstancias especiales.
Las empresas que se han enriquecido a costa de la muerte, como Coca-Cola, Pepsico, Nestlé, Kelloggs, P&G, Kraft, Johnson & Johnson, Mars, Bayer-Monsanto, Barcel, Bimbo, Sabritas y miles más que usan ingredientes mortales para los humanos en sus productos, son directamente responsables de las principales patologías que contribuyeron al desenlace fatal de la enfermedad Covid-19 en México, según la Secretaria de Salud el 73% de los fallecidos presentaron alguna de estas enfermedades prexistentes como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, insuficiencia renal o enfermedad cardiovascular, cada una de ellas relacionada con el consumo de los productos con ultraprocesados, con exceso en grasas, azúcares, yodo, edulcorantes y transgénicos. Hoy estas empresas criminales en lugar de pagar por sus crímenes, buscan la forma en medio de la virtualidad de mantener sus ganancias y se han organizado para atacar virtualmente a toda aquella opinión en contra que surja en las redes sociales. Y los gobiernos como el de México, en lugar de aprovechar la coyuntura para comenzar a velar por la vida de sus gobernados limitando concesiones, sigue solapando criminales negocios como el del agua que tiene Coca Cola en Chiapas, o como el de Nestlé a la que el gobierno de López Obrador le entregó el Estado de Veracruz en bandeja de oro, para llevarse su agua, su café y la vida de su tierra.
Esta insoportable virtualidad del ser es la forma falsa de vivir, en dónde quienes tienen el privilegio del Internet, han encontrado lo necesario para justificar su existencia, no es de extrañarse que las empresas que más han incrementado sus ganancias en esta pandemia sean las del entretenimiento virtual, que resuelve hasta el aspecto emocional de quienes viven en esta virtualidad y podemos ver miles de comentarios apasionados en las redes sociales, de alguna de las nuevas novelas virtuales de moda, a las que les llaman series o sagas y podemos ver como las emociones se desbordan en El último baile, Sunderland Til I die, La casa de papel, La casa de las flores, Ozark, Unorthodox, Un juego de caballeros, Tiger King, Kalifat, Peaky Blinder, Space Force, Sex Education, Into the Night, I Am Not Okay With This, Élite, Dead to Me, After Life, Luna Nera, Locke & Key, Ragnarok, Omnisciente, Drácula, No hables con extraños y miles de novelasnet más que permiten a sus fanáticos vivir el amor, la aventura, el desprecio, el romance, la alegría, la tristeza, el odio, la venganza, la ternura, la nostalgia o la pasión de sus vidas virtuales a las que lo único que les falta es vivir.
Podemos ver extraordinarios esfuerzos culturales alrededor del mundo, compartidos por la vía virtual, y también vemos a los responsables de la cultura y la educación argumentando que cumplen con su encomienda a través de esta virtualidad que no llega el 75% de la población, es decir en el mejor de los casos han cumplido en un 25% su encomienda.
En todo caso para los no virtuales, durante esta pandemia no les ha tocado ninguna de las partes románticas del confinamiento, ellos y ellas sólo siguen en sus trabajos no virtuales para que tú puedas seguir disfrutando de tu virtualidad, sólo te pido que intentes mirarlos como a una de tus series, con la diferencia de que te expondrás a ser visible, tangible; No necesitamos ver a todos, pero todos necesitamos quien nos mire para existir y ojalá muestres un poco de solidaridad y compasión no por ellos sino por ti, porque como escribió el maestro Kundera –“El secreto poder de su etimología ilumina la palabra con otra luz y le da un significado más amplio: tener compasión significa saber vivir con otro su desgracia, pero también sentir con él cualquier otro sentimiento: alegría, angustia, felicidad, dolor”.
La velocidad con la que se mueve la virtualidad no da tiempo para la reflexión, el inmediatismo es meramente emocional, miles respondiendo y retuiteando encabezados de notas que nadie lee, agradezco a usted mi estimado y estimada lectora, el tiempo que le dedica a la lectura de esta columna resilente a la levedad del ser.
La vida es una construcción consiente.
Iván Uranga
@CompaRevolución
iuranga@cnpm.mx
Aquí pueden leer la novela “La insoportable levedad del ser” de Milan Kundera