Aleteo de Pájaros
Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales/
que lavándose las manos se desentienden y evaden/
maldigo la poesía de quien no toma partido/
partido hasta mancharse.
Paco Ibañes
Por favor mátenos, pero no nos desparezcan.
Cada vez que desaparecen a un ser humano desaparecemos todos un poco como especie, la historia de la “humanidad” comienza cuando los neandertales hacen el primer rito funerario, porque es poder llorar a nuestros muertos lo que nos da la conciencia sobre la importancia de la vida. Cuando la brutalidad desaparece a una persona nos priva de la posibilidad de cerrar el ciclo de la vida y nos pone a llorar a nuestros vivos por siempre y asesina emocionalmente a todos aquellos que aman a estos vivos-desparecidos y condena a la sociedad y a la especie humana a ir perdiendo su humanidad. Por lo que pedimos al gobierno, a los grupos de poder y a las mafias que sí no les gusta que defendamos nuestros territorios, nuestra agua, nuestra cultura y a nuestra gente les pedimos por favor que nos maten pero que no nos desaparezcan, para que nuestras madres y nuestros amigos puedan festejar nuestra vida y tengan un lugar para llorar y llevar flores. Los más de 40 mil desparecidos (oficiales) y las miles de fosas clandestinas, no sólo han convertido a México en un enorme fosa clandestina, también ha convertido a la bandera que cubre todos el territorio nacional en un gran paño de lágrimas para las madres de los mexicanos y centroamericanos que ahora caminan picando la tierra y sembrando lágrimas intentando cosechar paz en su corazón. Habrá que agradecer el esfuerzo de Alejandro Encinas Subsecretario de Gobernación que ofrece acompañamiento aunque la paz y la justicia estén tan lejos.
Luchando por un mejor mundo me encontré a miles de hombres y mujeres pájaro que aletearon junto a mí en la búsqueda de la libertad. Las alas de muchos fueron cooptadas por el poder mismo y rápidamente se convirtieron en jaula, muchos otros vieron mutiladas sus esperanzas y colgaron las alas, a otros se los llevó el frío viento de invierno, cientos fueron desaparecidos, encerrados, asesinados, algunos otros (los menos) aprendieron a volar dentro del sistema al darse cuenta que la libertad nunca depende de los otros ni de nada que esté fuera de uno, entre estos anda Armando Chacha ahora dedicado a enseñar a volar en barcos de papel buscando, a la Ballena blanca con su poesía que toma partido, hasta mancharse de indignación.
La última vez que vi a Chacha fue hace algunos años, después de que él volviera a ser “gente decente” como me gustaba decirle de broma por haber terminado su encomienda como director nacional de culturas populares. Me tocó organizar el festival independiente “Música Libre”, festival que diseñamos con una doble intención; primero acercar a las disqueras independientes con los músicos y compositores de zonas indígenas y segundo dar a conocer el trabajo mismo de las disqueras independientes, por lo que pedí solidaridad a dos grandes y viejos amigos, la Fundación Pascual y Ediciones Pentagrama; con los pascuales me tocó ser parte de su lucha hace más de 30 años que los llevó a ser ahora dueños en cooperativa de su refresquera, actualmente tenemos una editora de libros solidaria y la fundación nos sigue apoyando; y con Modesto López dueño de Ediciones Pentagrama hace 35 años fuimos parte de la organización de “Una Flor Por Nicaragua” que fue el movimiento solidario cultural más importante en México, en donde cientos de creadores e intérpretes, dieron su talento para apoyar a los huérfanos de guerra de la lucha por la libertad de aquél país que ahora es esclavizado y sometido por los mismos que lo liberaron de Somoza. (Cualquier cosa que sucede o que suceda aquí planteada es mera coincidencia).
En aquella ocasión del festival “Música Libre” Armando Chacha (quien se llama Jacinto realmente) fue a apoyar solidariamente con su arte y aproveche para que junto con Modesto pudieran conocer y disfrutar de un pequeño proyecto que me toca apoyar para la conservación de las tortugas marinas en “El Raudal” que es considerado el pueblo más limpio del Estado de Veracruz, por un muy buen proyecto de reciclaje y re-uso de desperdicios en que todos los habitantes están empeñados, fue ahí tirados en la arena después de liberar tortugas, con una cerveza y un riquísimo y recién pescado aperitivo, que los tres nos quedamos reflexionando sobre tantos años de lucha. Modesto con su blanca y enrojecida piel, yo con mi morena mezcla y Chacha con su orgullosa negritud acompañados por un compa indígena totonaco viendo en el mar a un delfín danzar frente a nosotros; nos convertimos en un lienzo que podría haber sido colgado como símbolo de lo que somos.
Hoy doblando la esquina me encuentro nuevamente con mi hermano Armando Chacha en una canción que me duele en lo más profundo de mi maltrecho corazón “Aleteo de Pájaros” es parte de su recién estrenada producción artística “El Barco, canciones para lamerse el alma” (ya no podemos decir “discos” porque ahora todo es virtual) producido nada más y nada menos que por Ediciones Pentagrama que por la inteligencia y el ímpetu de Modesto ha sobrevivido a la transición de lo físico a lo virtual y que anda ya cumpliendo sus 38 años de existencia. En esta obra Chacha nos acompaña en el dolor por los desaparecidos que no hemos dejado de buscar y por los que no hemos dejado de luchar ni de clamar justicia hasta hoy.
Entremezclándose el compás inocente de un piano con la nostálgica profundidad del violonchelo, en un lamento, Chacha pregunta:
“¿Quién dio la orden, del que la dio/de dónde provino/ y cuáles fueron las palabras malditas/ quién las urdió/ cuál fue la seña de los miserables chacales sin piedad?/Desde la oscuridad mataron sueños y luchas de esperanza. / ¿Quién fue el que uno y a cientos, desaparecieron/para acallar el deseo proscrito de la libertad?”
Y sentencia:
“¡Malditas bestias que un día fueron mal paridos/obedientes ciegos de las razones del jefe o el Estado!
Elevo un canto y la oración por los que viven en un lugar ocultos y en silencio torturados/ o quienes fueron tirados al mar o sepultados en fosas clandestinas/ o en hornos sus cuerpos quemados/ o fusilados de madrugada sin proceso alguno/sin derecho a proclamar su verdad/sus razones/ a gritar sus ideas/ sus versos de amor/ sus utopías/ y cantar a la patria y al pueblo en que creían.
¡Que se pudran los ojos y el corazón de los chacales/ buitres que sin pudor van a la iglesia y rezan/ que acarician el rostro inocente de los niños/ que no los conmueve el dolor ni el llanto a los cobardes/ que ocultos tras la oscuridad del poder y las armas/que acallan pájaros que aletean en busca de libertad!”. (aquí pueden escuchar la canción)
Y me evocó tantos aleteos de tantos pájaros, en un país, en el que no me tocará ver la justicia y al que le escribí esto hace algunos años:
Patria Dolor
Me duele tu silencio y los rifles en la selva/ La pipa que suelta versos/ la máscara de tela que cubre el rostro del tapir/el rostro de los ojos tan libres como estrellas/Me duele el saber que vives entre gente dormida, sin sueños/ en el profundo letargo de sus miedos/muertas, porque son prisioneras de lo ya dicho/temerosas de navegar/Nuestras nubes son de fábricas de odios/ingenios que extraen el azúcar de los hombres y los sueltan vueltos bagazo/y su mirada enterrada en un féretro a colores/sepultados en un sillón/pensando que no es nada personal/ aprendiendo a ver el mundo a través de otros ojos/viviendo un infierno sin fuego/ Me duele tu campo de asfalto surcado con llantas y regado con diesel/tu tierra sin semillas con tu aurora oliendo a gasolina/codiciado aroma de los descastados de América/y me duele ese dolor callado aunque los reviente la vida/y llegan a la tarde y ya no saben quién son/ y le preguntas a León Felipe/pero ya te bautizó en la mañana con el roció ácido del amanecer/gotas del cáncer consumista/que evaporó la tarde y te exprimió la cordura, la dignidad y la memoria/ ¿Qué hace una margarita en el asfalto?/Por eso en la noche me duele mi locura/y la saco a pasear con las estrellas para ver si se la come la Luna/Y la ahogo en estúpidas poesías/ Y se me muere en la mañana y me renace por la tarde/Y me duele mi patria en tu verdad de ojos negros de mujer sin paridad/Y me duele la lluvia de muerte/la noche de tormenta en techos sin concreto/ Y me duele la sequía “hija de puta” que marchita la vida de los hijos de mi patria/Y me duelen tus andanzas de agonía/ el réquiem de tu voz que se pierde en un mar de almas sin oídos/Y me duele/ como se duele el hijo de una madre violada/en esto no cabe un colibrí/ es sólo el silencio del cenzontle/que busca un nuevo cielo. (Aquí pueden escucharlo en mi voz)
Ojalá sólo fueran los 43 normalistas de Ayotzinapa los que nos faltaran y a los que les faltara justicia, pero son cientos de miles que desde antes del 68 vemos desaparecer todos los días, son decenas de asesinados y desaparecidos todos y cada uno de los días y no vemos fondo, durante el primer trimestre de esta administración se siguen incrementando y el gobierno autoproclamado posneoliberal, prioriza el cuidado de la gasolina al de las personas y nos dice que ya no habrá fracking y sigue y nos dice que no más empresas criminales y se asocia con Nestlé, Monsanto, Televisa y Grupo Salinas y nos dice que no más proyectos extractivistas y deja a las mineras, siguen vigentes los 10 decretos de extracción de aguas nacionales por empresas trasnacionales firmado por Enrique Peña Nieto y que se comprometió en campaña a revocar al igual que la Termoeléctrica de Huexca Morelos y ahora la impone, la no consulta a las comunidades indígenas de acuerdo al 169 de la OIT para los proyectos Tren Maya, Corredor Transistmico, y saca al Ejército a las calles 5 años más y ahora constitucionalmente tendremos que ver cuántas vidas y violaciones de Derechos Humanos y cuantos más desparecidos.
Quien no ha intentado volar no conoce el tamaño de su jaula. Han sido muchos años de lucha y resistencia y nuestro vuelo ya no siente prisiones porque aprendimos a volar de la piel pa´ dentro. Como dice el maestro Armando Chacha en su excelente canción que da título a este artículo, seguiremos luchando contra “los cobardes/ que ocultos tras la oscuridad del poder y las armas/que acallan pájaros que aletean en busca de libertad” e intentando mínimo, dejar un mejor mundo que el que recibimos, para no lamentarnos como dice la canción “Cuerda de los pescadores” que es parte esta nueva producción y una evocación a Martin Luther King: “Y que voy a decir, que cuenta entregaré cuando llegué a mi fin, cuando polvo seré, no he honrado a mis padres, su hambre de lucha, ni dado a mis hijas, el país que soñé.” Así que seguiremos volando hasta que quemen nuestras alas, regrese Quetzalcóatl o nos convirtamos en colibrí.
La vida es una construcción consciente.