Todos somos ilegales
La crisis humanitaria que se vive hoy con el éxodo de miles de hondureños se originó, cuando su país fue invadido por el ejército norteamericano en 1924, bajo el pretexto de la falta de suministro de bananas. Nunca se fueron, instalaron la base militar más grande fuera del territorio norteamericano y se apoderaron de un país en el que deciden todo.
La imposición de Juan Orlando Hernández (JOH) en las elecciones fraudulentas de 2014, generó un clima de descontento y esto sumado a la miseria creada por más de 90 años de intervención, fueron aprovechada por fuerzas políticas de Honduras y USA. Miles de migrantes fueron organizados y estimulados con dinero a través de grupos militares financiados por la inteligencia norteamericana (CIA).
(ver vídeo https://www.youtube.com/watch?v=PcT-SO07c6Q)
Por un lado se quiere justificar un cambio de títere en Honduras para poner a uno emanado del ejército y alineado más a la ultra derecha que gobierna actualmente en USA, y por el otro favorecer a Donald Trump líder de éste grupo, quien –a falta de una guerra para ganar las elecciones, como ya es costumbre de los presidentes norteamericanos- podrá mostrar su fuerza y su nacionalismo al detener a las “hordas invasoras de delincuentes” para inclinar la balanza a su favor en las elecciones del 6 de noviembre y tendrá la justificación para construir su tan ansiado muro. Ante esto, vemos qué tan alineados están Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador a los antojos de Trump.
Después del espectáculo mediático de la llega de la Caravana con 4 mil migrantes a la frontera mexicana. Se diseñó el escenario para que Enrique Peña Nieto diera muestra de su servilismo a Trump, al enviar a miles de Policías Federales a contener su ingreso a México y en común acuerdo con los presidentes de El Salvador, Guatemala y Honduras, dieran solución a las demandas del presidente norteamericano, que los había amenazado con quitarles el apoyo económico. Peña logró secuestrar a poco más de 1000 migrantes y oficialmente declarar que 2000 migrantes habían regresado por su voluntad en ¡diez! camiones que envió el gobierno hondureño, hecho desmentido inmediatamente al demostrárseles que las 500 personas que hicieron el viaje de Guatemala de regreso a Honduras no eran migrantes. Pese al esfuerzo de Peña más de 1000 migrantes de la Caravana inicial lograron internarse en territorio mexicano y éstos convocaron a los migrantes que sin venir en la carava inicial ya estaban en México, es así que cuando comienza a avanzar la Carava en territorio mexicano esta se componía de (según conteo personal) : 2622 hombres, 2232 mujeres, 1307 niñas y 1070 niños, que dan un total 7233 migrantes caminando en ésta nueva caravana hacia Tapachula, acompañados de grupos solidarios y decenas de periodistas.
Pero esto es ya una gran bola de nieve que va creciendo fuera de los planes de Trump, durante el recorrido a Tapachula se sumaron más 3000 migrantes de diferentes nacionalidades, y ahora “gracias” al ofrecimiento de Andrés Manuel López Obrador de dar trabajo a los migrantes en la construcción del tren Maya, (trabajo que nadie le pidió, a migrantes que no se quieren quedar en México) se avecinan nuevas caravanas de todos los países centroamericanos a nuestro país.
Conforme pasan los días, más y más migrantes se suman, con la noticia de que muchos connacionales cansados de la miseria, la violencia y el mal gobierno (igualito que los centroamericanos) se han sumado ya a una Caravana que bajo ninguna circunstancia podrá pasar a los Estados Unidos, que ya declaró pública y mentirosamente, que en la caravana vienen criminales y terroristas del medio oriente, porque de eso depende que la ultra derecha gane las elecciones en USA y que Trump pueda cumplir su capricho de construir un muro que será el megamonumento a un ser que quiere pasar a la historia al lado de Hitler.
Lo preocupante es que la crisis ha mostrado el brutal grado de descomposición valorativa de nuestra sociedad, y sacado a “el pequeño Trump” que se coló en el inconsciente colectivo, y ya se escuchan miles de voces mexicanas exigiendo violentar los derechos básicos de nuestros hermanos hondureños, pero también afloró la solidaridad activa y amorosa de mexicanos que activamente han demostrado que tenemos el corazón bien puesto.
La premisa es fundamental; Nadie puede ser ilegal o todos los somos, es decir se puede transgredir las leyes con acciones, con “Hacer”, pero nunca con “Ser” y sí migrar es un delito encerremos al viento, todos somos migrantes, yo, mis padres, mis abuelos, mis tatarabuelos, en la historia de la humanidad, todos hemos venido de otro lado intentando sobrevivir.
Debemos prepararnos para lo que ésta “Crisis Humanitaria” creada por Trump, va a provocar en nuestra sociedad, que tiene la fatua esperanza que nuestra sociedad, -que al igual que muchas otras que han vivido decenas de años bajos el yugo del paradigma neoliberal- se pueda “Transformar” por decreto.
Independientemente que la caravana de migrantes hondureños en su inicio fuera un grupo de pobres manipulado por Trump, ahora son hermanos que quieren sobrevivir, a nosotros nos toca exigir el respeto irrestricto a los derechos humanos y apoyar activamente a los migrantes.
Estos pocos miles al igual que nuestros millones de paisanos migrantes, son seres humanos afectados por el sistema económico criminal que domina el mundo, en dónde es delito migrar como las aves, las mariposas o las ballenas.
Iván Uranga
Ilegal del mundo
23 de octubre de 2018