La recolonización silenciosa del Post-Neoliberalismo

El colonialismo visible te mutila sin disimulo:
te prohíbe decir, te prohíbe hacer, te prohíbe ser.
El colonialismo invisible, en cambio, te convence
de que la servidumbre es tu destino y la impotencia tu naturaleza:
te convence de que no se puede decir, no se puede hacer, no se puede ser.

Eduardo Galeano a 4 años de extrañarlo un chingo.

El nuevo neoliberalismo o post-neoliberalismo como hace bien en autodenominarse el gobierno de México nos ha mostrado un rediseño en la forma de presentar el fondo, la nueva cara se nos muestra con un halo de honradez que lucha férreamente contra las formas de corrupción que el viejo neoliberalismo dejó insertadas como cultura gubernamental, mientras da continuidad a los megaproyectos extractivistas que han sido el sello del neoliberalismo en el mundo, con la modalidad de la negación cotidiana y pública de la complicidad en el despojo del agua, la tierra, las culturas y la biodiversidad de los territorios defendidos por los Pueblos Originarios y las Resistencias Bioculturales de México. Es un mecanismo de recolonización silenciosa progresiva y mortal de lo que sobrevivió a 500 años de explotación criminal, tiene el distintivo peculiar de que esta nueva estrategia es apoyada activa y férreamente por la gran mayoría de los mexicanos, gracias a la popularidad del mandatario que jura cada mañana que ya no hay neoliberalismo.

La vieja infraestructura (carreteras, puertos, aeropuertos, hidroeléctricas, exploración y explotación gasera y petrolera, etc.) tuvieron el sentido básico de integración nacional de territorios aislados para el acceso a los recursos naturales para beneficio del gran capital, pero también aceleraron el despojo y la aniquilación de las culturas originales que se mezclaron en una nueva ocupación espacial y reterritorialización del capital y la población. Cada una de las “vías de comunicación” son venas sangrantes de los territorios por las que han sacado lo robado bajo el pretexto primero, de la modernización y luego del desarrollo, las riquezas de los pueblos originarios. Por esas venas han sacado a sus hombres y sus mujeres, a sus riquezas naturales, a su idioma y su cultura durante 500 años.

Ahora el contexto de la globalización facilita y permite un cambio de escala del neoliberalismo y las venas han dejado de ser sólo carreteras, vías de tren y puertos; ahora las venas se llaman oleoductos, presas, mineras, gaseoductos, campos eólicos, acueductos y cada uno de los surcos de los megagronegocios sembrados con transgénicos y agroquímicos.

En México existen por los menos 176 mineras que todos los días extraen de la entrañas de nuestra Madre Tierra el subsuelo no renovable de la patria para beneficio del gran capital, acabando para siempre lo que ha estado ahí por millones de años, incluso han autorizado criminales minas en la Reserva de la Biosfera Santuario Mariposa Monarca, las minas siempre con prácticas laborales esclavistas, contaminando la tierra, el aire y el agua a costa de miles de enfermedades y muertes, despojando a los pueblos originarios de su riqueza, su tierra y su cultura, pero también amenazando, desapareciendo y asesinando a quienes se resisten a sus minas. Aquí pueden ver quiénes son, los conflictos que han generado y las resistencias.

Son más de 200 megaproyectos que están acabando con Selvas, Bosques y Manglares, con ejemplos de destrucción como el de la Reserva de la Biosfera de Bosques Azules en Chiapas, o la Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas Veracruz con la criminal Nestlé.

Existen ya más de 800 campos eólicos que están privatizando los territorios indígenas, destruyendo los ecosistemas, zonas arqueológicas y sitios rituales para privatizar el suministro de la energía eléctrica, la lucha más significativa ha sido la de los pueblos del Istmo con las decenas de campos eólicos en su sagrado territorio. Aquí pueden encontrar las denuncias de los pueblos y las resistencias a los largo de 10 años contra los diferentes campos eólicos.

Lo que el neoliberalismo llama “proyectos de infraestructura estratégica” que son carreteras, autopistas, vías férreas, y puertos aéreos y marítimos, son los que han provocado más conflictos y que durante el calderonato bajo el pretexto de combatir al narcotráfico el gobierno persiguió, desapareció y asesinó a decenas de luchadores y activistas sociales, práctica que se sigue empleando hasta nuestros días. Como la autopista La Pera- Cuautla que construyeron sobre Parque Nacional El Tepozteco y el corredor biológico Ajusco-Chichinautzin y sitios arqueológicos y rituales para “alimentar” a la Termoeléctrica como parte del criminal Proyecto Integral Morelos Aquí pueden consultar las denuncias y documentos contra los 58 megaproyectos de infraestructura estratégica en el país.

El turismo extractivista ha sido uno de los mayores pretextos para devastar nuestros recursos, bajo la premisa de que atraen capital y por consecuencia trabajo y “desarrollo” para las zonas “pobres”. El ser indígena en una comunidad sin “infraestructura” para el neoliberalismo es sinónimo de pobreza, por lo que le crean la enfermedad al indígena de ser pobre y le venden el remedio que es el “desarrollo” cuando en realidad la única riqueza es la tierra, el agua, el aire y su cultura que prostituyen para que todo el mundo pueda venir a disfrutarlo a través del turismo en donde las comunidades indígenas ya no tienen acceso a sus sitios rituales sagrados y si quieren acceder deben pagar como “turistas”. Un megaproyecto descarado que por sus características e implicaciones políticas actuales mencionamos fue la venta del litoral de Baja California a Donald Trump Presidente de los Estados Unidos y a quien el Presidente de México no quiere tocar ni con el pétalo de un reclamo. Existen actualmente más de 100 megaproyectos turísticos que siguen saqueando nuestras riquezas. Aquí puedes consultarlos.

El área más conflictiva por su propia naturaleza de inmediatamente indispensable para vida es el agua, son más de 100 los megaproyectos extractivistas que tienen que ver con el agua, que van desde empresas como refresqueras, cerveceras, presas, mantos acuíferos, ríos, acueductos hasta casos extremos como Nestlé que actualmente exporta nuestra agua embotella al mundo, sin tener que pagar por ella. El gobierno actual, contrario a lo que prometió en campaña continúa sin revertir la privatización del agua e intenta imponer la Termoeléctrica de Huexca . Aquí pueden corroborar algunos de los principales conflictos y resistencias en el país por el agua.

Todos estos proyectos han pasado por una infinidad de nombres y conceptos, pero el que retoma el nuevo gobierno post-neoliberal mexicano de Andrés López Obrador sin decirlo es el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica o Proyecto Mesoamérica que oficialmente salió a la luz el 28 de junio de 2008 durante el gobierno de Felipe Calderón que consta de un corredor Atlántico y otro Pacífico con enlaces complementarios de interconexión, una red ferroviaria, integración portuaria, rutas de navegación, sistema carretero y red aeroportuaria acompañadas de iniciativas en telecomunicaciones, integración energética, gaseoductos, turismo y arqueología, y sumando el Corredor Biológico Mesoamericano al Proyecto Mundo Maya y el Proyecto de Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec. Proyecto que da continuidad el intocable Enrique Peña Nieto durante su mandato en donde inicia el 28 de abril de 2014 la construcción del “Tren Transpeninsular” de pasajeros y carga para Yucatán y la Rivera Maya y que ahora AMLO llama “Tren Maya”, también el intocable EPN ese mismo año inicia el proceso de interconexión del océano Pacífico y Atlántico a través de un “Tren Transistmico” que la única diferencia con el proyecto actual del “Corredor Transistmico” de AMLO es que aquél era descaradamente privado y en el actual es público pero concesionado al sector privado.

En este proceso de recolonización silenciosa, llamado eufemísticamente integración, y su impacto al medio ambiente ya es cuidado por las tres grandes transnacionales de la conservación mundial (WWF, Conservation International y Nature Conservancy) financiadas por George Soros principal socio comercial de AMLO y que comparten sus consejos de administración y consultivos con las transnacionales que ya están instaladas en México y que son fuertemente denunciadas por sus impactos negativos al ambiente y las sociedades locales. Aquí pueden consultar un mapa de los conflictos ambientales.

Todos los planes y proyectos desplazan a sociedades y culturas, estas son ignoradas y por lo tanto, invisibles en la planeación del desarrollo propuesto, ningún estudio de impacto ambiental contempla a la especie humana. Y cualquier movimiento territorial de un megaproyecto transforma más, mucho más la vida humana, que todos los discursos sobre beneficios o exclusiones alrededor del mismo. Absurdamente el presidente “decreta” el fin del neoliberalismo sin recordar que son la Banca Multilateral y la Comercial las que ven y velan por la profundización del negocio de globalización neoliberal y ahora a través de sus voceros muestra a la banca como “aliada de la democracia”.

Lo anterior no forma parte de un mundo sin utopías, no es literatura de ficción, por el contrario es parte del sistema de relaciones sociales inequitativas de pueblos originarios con las organizaciones del Estado y el poder económico que los acosan, los matan, los arrinconan, los explotan, los desarraigan a través del etnocidio, el genocidio y el ecocidio. En México, continúan los procesos coloniales; el trabajo esclavo; la trata de personas; el desplazamiento de población; la pérdida de base territorial; el acaparamiento de tierras; la salud y nutrición. Pero también continúa la respuesta organizada de los pueblos ligados territorialmente en la defensa de la vida.

Cada vez los sistemas de colonización son más sofisticados, más peligrosos y ocupan mayores territorios, conforme crecen las declaraciones de buena voluntad, los compromisos de boca y de papel y legislaciones “supuestamente positivas” que no se cumplen y que el Estado por su propia condición colonial no puede cumplir. Recordemos que todo lo que conocemos como Estado es producto de las formas de organización europeas y que se imponen en nuestro territorio bajo la premisa de dominar y desaparecer todas las formas preexistentes de gobierno, es decir; el Estado mexicano está formado en esencia para que el indígena y su cultura no pueda existir, en 200 años de existencia pasamos de una población con un 65% de la población que hablaba alguna lengua indígena al 6.5 por sus prácticas de castellanización. Los pueblos indígenas en México no son pueblos minoritarios son pueblos minorizados. Quizás, y solo quizás si retomamos la utopía de la autonomía nacional podríamos pensar en que nuestra nación pudiera tener un futuro diferente. El concepto de Autonomía más elaborado emana de mismos pueblos originarios, porque la defensa centenaria por su autoderminación, la organización comunitaria, la autonomía alimentaria han forjado este concepto, tenemos algunos ejemplos regionales en Latinoamérica de las organizaciones indígenas, obreras y ciudadanas que surgieron a mediados del siglo pasado: Federación Shuar, el Consejo Regional Indígena del Cauca -CRIC-, y del Conselho Nacional dos Seringueiros, al Banco Palmas, al Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra, al Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE Vía Campesina) y en México esfuerzos como el del Consejo Nacional del Pueblo Mexicano, el Consejo de Organizaciones Alternativas, el Túmin, La Cooperativa de Trabajadores Democráticos de Occidente (TRADOC) el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), La comunidad de Cherán , las Comunidades Autónomas de Ayutala y la Unión de Cooperativas Tosepan entre cientos, en donde se retoman los saberes milenarios y se van formulando praxis sociales novedosas e ingeniosas que marcan caminos de pensamiento y acción buscando la utopía y la construcción de la conciencia posible del Buen Vivir. Sus acciones ponen en duda razonable todos y cada uno de los postulados neoliberales; parten de nuevos paradigmas basados en la dignidad colectiva frente al individualismo predador enajenante. Después de quinientos años de colonización, no por la Corona Española sino por el Capitalismo, comienzan una recolonización que violenta todas las formas de vida y lleva al planeta a un horizonte de extinción por su voracidad, por lo que urge repensar todos nuestros futuros posibles.

Una auténtica re-evolución de sentidos y concepciones de la vida, invadió los espacios del pensamiento. Donde la problemática de las autonomías se convierte en eje pese a la exclusión cotidiana de los pueblos estigmatizados. Es falso cuando dicen que los indígenas solamente gritan, patalean, hacen sus protestas, pero sin propuestas. Porque de manera permanente, el movimiento indígena lo que ha hecho es precisamente presentar propuestas. No propuestas acabadas, por supuesto, son propuestas que van únicamente en dirección de mejorar. Son propuestas que no van únicamente hacia las naciones originarias, los pueblos originarios, sino mirando la totalidad de la realidad actual que vivimos en esta extensión del territorio que llamamos Madre Tierra.

Todos los movimientos sociales de base popular han tenido que enfrentarse y se enfrentan tanto al modelo extractivista como a la irracionalidad de los agronegocios y agroindustria que impactan la soberanía alimentaria de estos pueblos. Pero ahora ya no sólo se trata de resistir ahora el reto es re-existir: se encuentran en un proceso de emancipación reclamando sus modos de vivir bien. Sin embargo, las tareas son enormes y tienen que ver con las ideas. Ya son muchos años en que el pensamiento económico neoliberal se ha impuesto en las universidades y fuera de ellas. Es prioritario comenzar hablar en el aula y fuera de ella de una Sociedad Solidaria.

Si el actual gobierno de México no puede dar los primeros pasos a la construcción de un verdadero sistema político diferente basado en la autonomía y la solidaridad, por los compromisos con los grandes capitales, debiera por lo menos garantizar el respeto a la autonomía, la cultura y los territorios de quienes sí podemos vivir así y que durante toda nuestra existencia hemos luchado por nuestra autonomía, si no puede o no quiere garantizar este mínimo respeto, aquí nos encontrara defendiendo nuestros territorios y nuestra autonomía hasta el último suspiro.

La descolonización sigue pendiente. Los cientos de enlaces, documentos y libros a los que puedes acceder desde este pequeño artículo, son producto de muchos años de investigación de Mega Proyectos en Zonas Indígenas de la UNAM, luchas existentes, esfuerzos periodísticos de difusión sobre estos conflictos pero son muy pocos, para lo que requiere la difusión de este criminal proceso que a mediano plazo costará la vida de todos, ya existen casos como el de Desinformemos , Ojarasca o algunos reportajes de Sinembargo , La Jornada, Proceso muchos otros medios alternativos que aunque pueden tener mucha difusión esta siempre se queda en el mismo círculo de activistas como el Kgonsni con su gran distribución o La Coperacha con su excelente periodismo siempre cercano a las cooperativas y a los proyectos alternativos y cientos de esfuerzos independientes; necesitamos más, muchos más.

Los medios de comunicación y las ciencias sociales son un Golem cuyos pies de barro son grandes y difíciles de desmoronar. Sin embargo, en general, los que practican estas disciplinas están más inclinados a hacer propaganda del status quo que a buscar transformaciones. Sólo me queda recordarle a los “leídos”, que las resistencias nunca le dicen a los demás que deben hacer, pensar o descubrir pero sus acciones y su lucha necesariamente llevan a la conclusión de que alguien debe hacer algo. ¡Tú eres alguien!

La vida es una construcción consciente.

@CompaRevolución

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