Día Nacional del Tequio

La Solidaridad es la ternura de los pueblos
Gioconda Belli

La palabra “tequio” proviene del náhuatl y significa tributo o trabajo que honra a la comunidad, en un esfuerzo colectivo sin que medie pago alguno que no sea la satisfacción de solidarizarse, y hacer tuya la causa del otro para dignificarte como ser humano. En diferentes zonas de México al tequio también se le conoce como tequil, mano vuelta, fajina, guelaguetza (en zapoteco), tarea, córima (en rarámuri), trabajo de en medio o simplemente echar la mano. Debido a que el idioma náhuatl se utilizó como lengua vehicular durante la época colonial en la Nueva España, tequio es el término más conocido en las diversas zonas de México para referirse a esta actividad que fue la columna vertebral del desarrollo de los pueblos originarios.

Gracias al tequio, se han construido, reconstruido o se da mantenimiento a caminos, calles, escuelas, plazas, mercados, redes de agua potable y de drenaje, clínicas, espacios e instalaciones deportivas y culturales, se construyen y mantienen cañerías y canales de riego, panteones y otras muchas obras o servicios públicos; oficinas municipales y comunales, y en el pasado se posteó la luz, teléfonos y telégrafos y hasta las mismas oficinas telefónicas y postales se hicieron con tequio. El tequio en la actualidad se cumple incluso danzando en festividades, en labores de restauración del patrimonio cultural, u operando las radios comunitarias indígenas. En el campo se organizan los tequios para limpiar carriles por donde pasan los límites o “la raya” con los municipios vecinos para mantener claras sus colindancias y evitar conflictos, y también organiza la reforestación y en apoyo a los compañeros más desfavorecidos.

La propia comunidad no espera y convoca a tequio para atender efectos de desastres naturales como los sismos con las brigadas de ayuda y rescate en todo el país y la recolección y distribución de ayuda a pesar de las autoridades, o por ejemplo lo que hizo el pintor Francisco Toledo después de terremoto de 2017 que convocó a tequio para resarcir de forma inmediata el bien cultural más importante de los juchitecos que son sus hornos prehispánicos, porque pueden vivir sin vivienda pero sin totopo no hay vida y se instalaron alrededor de 100 cocinas a base de tequio que sirvieron para alimentar a los damnificados.

El tequio es el modelo más avanzado de organización social de cualquier comunidad, es un modelo de Sociedad  Solidaria que supera con mucho a la Democracia, incluso a la Democracia Participativa, porque esta contempla en el mejor de los casos que todas las decisiones de gobierno sean tomadas por la mayoría de los ciudadanos, y en el tequio no sólo se toma la decisión a través del consenso también es el pueblo gobernando en acción a través de la solidaridad humana, es todo el poder del pueblo al servicio del pueblo.

Resulta muy extraño que el actual gobierno de la República Mexicana no convoque de forma permanente al tequio para afrontar problemas comunitarios como la reforestación, el sargazo en las costas, la limpieza de parques, cañadas, playas y ríos, e incluso para temas como la seguridad, y resulta extraño porque al tratarse de un gobierno que en su discurso se autoproclama de izquierda, progresista y democrático, pero sobre todo que sin darle tiempo a la historia para ponerlo en su justa dimensión, ha decidido que es la “4ta. Transformación de México” poniéndose en la misma dimensión que la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana, eventos que contaron con la participación masiva y activa de todo el pueblo de México y no sólo como meros espectadores de lo que hace su presidente.

En México han existido muchos presidentes que han hecho “grandes trasformaciones” contando con el apoyo de un pueblo pasivo, que van desde el ferrocarril y las grandes plazas de Porfirio Díaz, hasta la nacionalización de la Banca de López Portillo, en donde destaca la nacionalización de la industria petrolera de Lázaro Cárdenas que por cierto sí contó con la participación activa de la sociedad. No puede haber y no ha existido ninguna gran trasformación en ninguna nación del mundo sin la participación activa de su pueblo. Hasta ahora en México la participación no pagada del pueblo se ha reducido a las urnas y el “apoyo” en la “benditas redes sociales” en donde de forma masiva diariamente miles de mexicanas y mexicanos “sienten” que cogobiernan aplaudiendo cada palabra del presidente y atacando a todo aquél que no le aplauda.

Empoderar realmente al pueblo y cogobernar con él, requiere de una participación activa en la decisiones y en las acciones gobierno, pero tiene una gran desventaja para aquellos que les gusta el poder y es que hay que repartir ese poder, dejan de ser todos poderosos y se convierten en verdaderos servidores del pueblo, otra de las desventajas es que un pueblo organizado y empoderado es muy difícil de gobernar, porque tiende a autogobernarse y ya no se les puede manipular.

Si López Obrador quiere dejar una herencia fundamental a los mexicanos y a su historia, debe incitar y convocar al pueblo a que se levante en pro de sus necesidades, que asuma de forma colectiva y solidaria su seguridad, su salud, su educación, su alimentación, su recreación. A cogobernar realmente con el pueblo, para que después de él no pueda existir la posibilidad de volver a la expectativa pasividad de auto-aniquilamiento, con un gobernante que llegue a beneficiarse y beneficiar a los que más tienen.

Para nosotros el 28 de agosto es un día en comunidad porque celebramos el Día Nacional del Tequio para honrar esta práctica comunitaria que nos acerca cada vez que la practicamos a nuestra esencia como humanos y nos permite dignificarnos ayudando a la comunidad y a quien más lo necesite, sin mediar mayor retribución que saber que nos tenemos unos a otros y que juntos somos más fuertes.

Independientemente del gobierno, invitamos a todas y a todos a que reflexionen sobre su quehacer humano y a que dediquen un día a la semana, al mes o al año a servir desinteresadamente a su comunidad de forma organizada.

La vida es una construcción consciente.

Iván Uranga

@CompaRevolución

iuranga@cnpm.mx

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